viernes, 11 de octubre de 2013

Secuelas ocultas de Mario (II)

¿Hay alguna otra secuela de Mario que no debería serlo? ¿algún otro juego desconocido? ¿uno que quiso serlo y no llegó a nacer? Un poco de cada. La historia de Mario es bastante trasparente, su popularidad ha llevado a que incluso el menos versado en videojuegos, reconozca el personaje. Pero siempre hay algún pequeño detalle que aguarda de las arcas del conocimiento subcultural, esperando salir al a luz. Pero antes, volvamos a la CD-i.


Recientemente se ha oído, que Sony pidió a Nintendo que sacase un juego de Mario para impulsar la PSVita, a lo que la gran N por lo visto dijo que flores, no quieren juegos de Mario fuera de sus consolas. Algunos os preguntaréis (bueno, más bien uno o dos) ¿llegó a salir algún juego oficial de Mario exclusivamente para alguna consola que no fuera de Nintendo? Pues sí, y ese es Hotel Mario. Aunque creo que algún juego educativo también salió solo para PCs, pero acabaron viendo la luz en NES o SNES. El caso es que después de que Wacky Worlds no llegase a buen puerto, Philips aún tenía la licencia para usar la imagen de personajes de Nintendo en sus juegos, y se ató la manta a la cabeza, y no desistió con la idea de Mario. Quería que la secuela de Super Mario World estuviera en su puntera CD-i, y deprisa y corriendo, sin mucho atino, y parece que ni interés, el equipo de desarrollo de juegos de la propia Philips, Fantasy Factory, desarrolló y publicó Hotel Mario. Pretendía romper moldes con una de las pocas virtudes que tenía CD-i, que era la gran capacidad del formato CD con respecto al cartucho, lo que permitía incluir cosas fantásticas y realmente innovadoras para el momento (bueno, para quienes no conocieran el Turbo-CD o el Mega-CD) como las secuencias de vídeo. Cosa que por desgracia hicieron. Arriba tenéis lo horrendas que pudieron llegar a ser esas secuencias de animación, dignas del Paintbrush.
Edutainment, la fusión de dos palabras que nunca debieron unirse.

¿Y el juego? Bueno, aquí ya la risa. La princesa empanada Peach, ha sido secuestrada por enésima vez por Bowser, pero en esta ocasión no la lleva a su castillo. No, porque ha convertido el Reino Champiñón en un complejo hotelero para su disfrute y el de sus koopalings (diría hijos, pero esto se desmintió, al final sólo Koopa Jr. es hijo suyo). Todo tiene mucha más lógica ahora. El juego consiste en ir cerrando puertas y subiendo ascensores al más puro estilo Elevator Action. Cerradas todas las puertas, pantalla superada. Y así durante unas 75 pantallas. Esta "originalidad" le valió grandes críticas como "mierdástico" "un juego de puzzles sin puzzles" o "el peor juego con mascotas de Nintendo". Muy a la par con los Zelda y Link de la CD-i. A día de hoy se cotiza bastante alto, por su rareza y su mierdeza, que parece que últimamente es un tipo de fetiche en el mundo de los retro, cuanto más raro y malo el juego, más pagamos por él. Recuerdo verlo en las estanterías del Punt de Trobada en Andorra, qué tiempos.
¡Ahora tejes con poder! Quién se podría haber resistido.

En cuanto a los juegos educativos, no hay mucho que contar, desde el I Am A Teacher: Super Mario Sweater un juego que te permitía diseñar tu propio suéter y que luego te lo mandasen por correo (que supongo, estaría originalmente diseñado para el periférico de tejer para la NES, que lamentablemente no llegó a ver la luz, no como el piano), pasando por la saga Mario Discovery, que sí vieron ports para NES y SNES, como el Mario Is Missing, (el primer juego protagonizado por Luigi) Mario's Time Machine, (que debido a su cantidad de texto y contenido educativo sobre EEUU, no pasaron el charco) o los juegos preescolares de Mario; al Mario Teaches Typing, (un "juego" instructor de taquigrafía), Mario's Game Gallery (recopilatorio de juegos de mesa) o juegos de colorear para niños y no tan niños. Curiosamente ninguno de estos juegos fueron programados o desarrollados por Nintendo, pero sí bajo su licencia.

Tal vez el juego "educativo" que más triunfó fue el Mario Paint para la Super Nintendo en 1992. Hacía uso del ratón para la SNES como medio de dibujo. Hay gente que hacía auténticas maravillas, pero la función que ha pervivido hasta el día de hoy ha sido el modo musical, una suerte de compositor de música electrónica que permite componer usando champiñones, estrellas y flores, todas las canciones que te puedas imaginar (y tengas tiempo libre y paciencia para hacerlo, porque hay cada uno...). Y con el Mario Paint me despido por ahora, en la próxima entrega acabaré esta saga de secuelas oscuras de Mario con una no tan oscura pero llena de secretos: Super Mario Bros. 2.

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