viernes, 16 de agosto de 2013

Los Hombres Cheto

Corría el año 1991, la NES lo estaba petando, y mucha gente quiso conseguir un trozo de suculento pastel. Pero si querías que Nintendo te invitase a la fiesta, tenías que comprar una entrada. Y esta entrada era la licencia de Nintendo, que mirando tu juego por encima (y habiendo aflojado la pasta, claro está) estamparía su adorado sello de calidad sobre la carátula. Pero claro, no todo el mundo quería pagar, algunos quería colarse saltando la valla del patio trasero. Ésto es lo que muchos hicieron, sobretodo en Taiwan, publicando generalmente juegos hackeados de terceros, o recopilaciones de miles de juegos (que eran cuatro, empezando en distintas pantallas) en los famosos cartuchos Chopomil en 1.
¡Agita el puño, hijo!



Pero no todo eran burdos crackeos de juegos, algunos, a pesar de su apariencia cutresalchichera, eran auténticos juegos originales (o ports de arcades, creados por la propia creadora del juego, como Tengen), solo que no veían el momento de llamar a Nintendo y pedirles la licencia, así que se autopublicaban, con cartuchos generalmente de colores y formas estrafalarias, y pegatinas con dibujos bastante cutres. En España pudimos ¿disfrutar? de los juegos que distribuyó Gluk Video, que eran juegos originales (bueno, más o menos) creados por la camaleónica compañía Taiwanesa NTDEC, interepretados generalmente como "juegos pirata" aún siendo originales, y que fuera de nuestro país llegan a cotizarse por 50 o 60 euracos. Y aquí es donde entra Active Enterprises.
Un juego que se anuncia compatible con NASA, muy oficial no puede ser.

Cuenta la leyenda, que su fundador Vince Perri, estaba paseando por su casa cuando vió a su hijo jugando con un multicartucho taiwanés "ilegal", lo que armó mucho revuelo en su vecindario (sí claro), y pensó que se podría hacer lo mismo de forma "legal" (no sé qué concepto de legalidad tenía este hombre, pues consideraba que una importación es menos legal que no pagarle la licencia a la compañía fabricante del sistema), y de ahí brotó la idea del Action 52. El infame Action 52.

Con un precio de salida de 199$, se publicitaba como "¡menos de 4$ por juego!". Ni un céntimo vale el cartucho en total. 52 juegos de los cuales la gran mayoría son shmups espaciales o plataformas, llenos de bugs y glitches, freezeos, pantallas que se reinician, y cuelgues reincidentes. Desafío al que tenga tiempo y estómago a ponérselo en el emulador, a ver si puede acabarse alguno (tarea difícil, pues los que no son infinitos, suelen colgarse al intentar pasar de pantalla). Y de entre toda esta morralla ¿no habrá algún juego que se salve? NO. Pero sí hay uno curioso, el Cheetahmen.

Cheetahmen fue el intento de Active Enterprises, de crear una franquicia que rivalizase con las Tortugas Ninjas y Battletoads (o cualquier grupo de animales antropomórficos que les gustasen a los niños), llegando a anunciar camisetas, figuritas articuladas, un cómic y hasta una serie de televisión. Tres hombres-cheetah bien mazados (Hercules, Aries y Apollo) que lucharían contra el mal mientras te entretienen las aburridas mañanas de los sábados. Con ese planteamiento llegarían lejos. Creo que salió un número del cómic o algo así (y porque venía de regalo con el Action 52). El caso es que el último juego del cartucho Action 52, era Cheetahmen. Un juego ciertamente algo más cuidado que los anteriores (no mucho, no nos pasemos, los enemigos estaba reciclados de otros juegos) y que a parte, tenía una cualidad bastante curiosa. Tenía buena música. una música desproporcionadamente buena en comparación con la calidad del resto de aspectos del juego, y del cartucho en general.

Active Enterprises sacó una versión del cartucho para Mega Drive (más bien para Genesis) y llegó a programar la continuación de Cheetahmen, Cheetahmen II, muy difícil de encontrar hoy en día (dicen que usaba cartuchos reciclados de Action 52 con una pegatina dorada encima, y que se almacenaron 1500 copias en un trastero hasta que alguien las encontró en 1996, pero la maldición persiguió durante toda su vida a los primeros que pisaron el trastero y bla bla...). La popularidad de Cheetahmen, alimentada por su cutrez y caradurismo, ha llevado hasta a crear una campaña de crowdfunding para publicar una versión de Cheetamen II en cartucho, con un parche que arreglase el bug que impedía pasar de la cuarta pantalla. Aquí os dejo con el grandioso tema de Cheetamen en su versión metalera por Nirreman:




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